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Comienza a funcionar el primer centro de cría y reproducción de fauna silvestre

Se busca el rescate y aumento de la población del amenazado ñandú en la zona del Parque Patagonia.

Cochrane-. Gracias al oportuno accionar del personal de Carabineros de Chile en la zona del Retén Entrada Baker, a fines del año 2014, se realizó el rescate de un polluelo de ñandú (charito) de pocos días de edad, el cual se encontraba a orillas del camino a Paso Roballos, solo y atrapado en la vegetación del lugar.

Ante esta situación, decidieron tomarlo con el fin de brindarle todos los cuidados necesarios. Es así como, el charito fue cuidado con enorme dedicación por parte de Bernardita Latorre y el Sargento Carlos Sandoval, quienes lo bautizaron como “Ojitos” y debieron preocuparse de proporcionarle calor, cosechar vegetación para su alimentación, además de enseñarle a alimentarse y beber agua. Los charitos en sus primeras semanas de vida en la naturaleza son muy dependientes de los cuidados del padre, por lo que resultaron vitales las indicaciones básicas obtenidas por los veterinarios del vecino Parque Patagonia en la comuna de Cochrane.

Unos pocos días después de este rescate, mientras Manuel Cabrera, guardaparque de Parque Patagonia realizaba un patrullaje monitoreando ñandúes, encontró a un charito mal herido con mordeduras de perro. Ante esta emergencia y en conocimiento de que ya existía un charito en el Retén Baker, no dudó en tomar el ave, y acudir a la ayuda de Carabineros con el fin de reunirlo con el otro polluelo y pedir apoyo médico veterinario. Este segundo charito fue bautizado por Bernardita como “Coté”, y se recuperó satisfactoriamente gracias a los cuidados entregados y el tratamiento médico proporcionado por el equipo del Parque Patagonia.

Es muy destacable el papel que desempeñó Carabineros de Chile de Entrada Baker y las decisiones tomadas frente a la emergencia como autoridad en el cumplimiento de la Ley de Caza y la protección de la fauna silvestre, pasando a brindar los cuidados necesarios para estos dos pequeños y vulnerables polluelos de pocos días de edad.

Dado el precario estado de la población de ñandúes en la zona y la condición de vecinos con el Parque Patagonia, el personal de Carabineros manifestó su intención al SAG y Conservación Patagónica en cuanto a que se realizaran esfuerzos para que los charitos pudieran permanecer en el sector contribuyendo al aumento de la población de la zona. Las opciones del SAG en ese momento eran trasladar los charitos a un zoológico o centro de exhibición en el norte. Es así que se reafirma la idea y compromiso del Parque Patagonia de contribuir a la grave situación del ñandú y se plantea a la autoridad la intención de instalar un centro de reproducción de esta especie en la región. Luego del análisis pertinente y visitas en terreno, el SAG aprueba lo que es hoy el primer Centro de Reproducción de Ñandúes de Aysén.

El objetivo de este centro es lograr la reproducción del ñandú con el fin de contribuir al aumento de su escasa población en la zona del Parque Patagonia. Esta iniciativa cuenta con el respaldo e interés de la Unión de Ornitólogos de Chile (Aves Chile), así como de académicos de la Universidad de Chile. Existen aún varios desafíos asociados al desarrollo del centro, como lograr la sobrevivencia y el crecimiento de los charitos, dar continuidad al monitoreo de los ñandúes libres de la zona, además del involucramiento activo de la comunidad a través de actividades al aire libre tendientes a rescatar y reconocer el rol y el valor del ñandú como un ícono de la estepa patagónica de Aysén.

Para aumentar la cantidad de ejemplares, el equipo de Parque Patagonia se contacta con uno de los pocos criaderos de la especie autorizado por el SAG en el país y se decide traer nuevos integrantes al centro de reproducción.

Fue así como en marzo de este año, por primera vez en Chile, se realizó el traslado aéreo de 10 charitos desde Villarrica a Entrada Baker (región de Aysén). Fueron dos vuelos de más de 900 kilómetros y casi 5 horas, luego de los cuales los charitos llegaron en excelentes condiciones para sumarse a este esfuerzo de conservación. Gradualmente han crecido y se han aclimatado a la Patagonia.

Durante varios meses se ha venido desarrollando un enorme esfuerzo por parte de instituciones y personas dirigido a contribuir de manera concreta a la recuperación numérica del amenazado ñandú, además de la efectiva protección de su población en la región de Aysén.

El ñandú y su situación en Aysén

El ave corredora por excelencia de la Patagonia. El ñandú o choique (Rhea pennata) es el ave más grande de Chile midiendo 1,1 metros de altura y más de 25 kilos de peso. Pertenece al orden de los Ratites, aves no voladoras siendo capaz de alcanzar velocidades de hasta 70 kilómetros por hora.

Es un típico habitante de la estepa patagónica. Tiene la particularidad de que el macho construye el nido en el suelo, incuba y protege de las amenazas a los polluelos (llamados charitos). Las hembras se aparean con más de un macho durante la temporada reproductiva. La distribución geográfica del ñandú en Aysén se encuentra limitada a sectores de estepa cercanos a las zonas fronterizas con Argentina. Así, las dos principales poblaciones de ñandú se encuentran en las zonas de Alto Rio Ñirehuao (Estancia Baño Nuevo), y en la zona del Parque Patagonia en Valle Chacabuco (sector de Entrada Baker).

Producto de censos y monitoreos realizados entre 2010 y 2015 por el Servicio Agrícola y Ganadero, Carabineros de Chile y Conservación Patagónica, ha sido posible determinar que la población de ñandúes en la zona de Entrada Baker no sobrepasa los 25 ejemplares, situación bastante alarmante. Por más de un siglo esta población se ha encontrado aislada por cercos, además de ser víctima del ataque de perros, caza ilegal, así como de la recolección de huevos. Considerando esta situación, la especie ha sido catalogada como en Peligro de Extinción para Aysén.