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Rewilding: todo lo que debes saber

Los seres humanos están aumentando cada vez más el consumo de recursos naturales, lo que se traduce en cambios ambientales a nivel de ecosistema y global. El daño que le hacemos a nuestro planeta es cuantificable, ya que actualmente 32.000 especies están en peligro, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Para evitar esta situación nace el concepto de rewilding o resilvestración.

Fuente Renovables verdes

En este artículo te vamos a explicar qué es el rewilding, para qué sirve, qué objetivos persigue y cómo se lleva a cabo.

Qué es el rewilding

restauracion de ecosistemas

EL rewilding se define como el concepto de conservación a gran escala que tiene como objetivo restaurar y proteger áreas naturales mediante la reintroducción de especies clave y la promoción de la conectividad entre áreas que han sido interrumpidas por actividades humanas.

Originalmente, el término rewilding se usó para implementar estrategias enfocadas en reintroducir especies clave de depredadores principales en ecosistemas que buscaban restaurar su equilibrio nutricional. Un ejemplo es el lobo de Yellowstone, que fue liberado en el parque en 1926 después de que la población masiva de alces provocara la desaparición de este animal.

Lo cierto es que, hoy en día, el rewilding abarca muchas más disciplinas. No se trata solo de reintroducir especies, se trata de restaurar la integridad ecológica del medio ambiente y reducir el impacto humano en él. El objetivo es claro y conciso: se busca la restauración ecológica hasta el punto en que los ecosistemas puedan autorregularse naturalmente nuevamente.

Características principales

rewilding

Lo más importante del rewilding es la reintroducción de especies nativas en áreas donde han desaparecido. Esto implica traer de vuelta a depredadores y herbívoros que solían habitar esos lugares, creando así una red de interacciones ecológicas complejas. Al hacerlo, se fomenta el equilibrio natural y se restaura la biodiversidad perdida.

La resilvestración promueve la sucesión de procesos naturales y espontáneos en lugar de la gestión humana intensiva. Se busca permitir que los ecosistemas se autorregulen y se desarrollen de manera autónoma. Esto implica dejar que los ríos sigan su curso natural, permitir la sucesión ecológica y reducir la interferencia humana en la dinámica de los ecosistemas.

También se enfoca en la creación de áreas protegidas y corredores de vida silvestre para permitir la libre circulación de especies y facilitar la migración y dispersión. Estos espacios brindan refugio seguro y oportunidades de reproducción para las especies en peligro de extinción y ayudan a mantener la conectividad entre diferentes hábitats.

Además de la restauración de ecosistemas, el rewilding tiene como objetivo fomentar la conexión emocional entre los seres humanos y la naturaleza. Se busca que las personas reconecten con su entorno natural, aprecien su belleza y entiendan la importancia de su conservación. Esto se logra a través de la educación ambiental, el ecoturismo y la participación de las comunidades locales en proyectos de rewilding.

Bases y enfoque del rewilding

tiempos de rewilding

La resilvestración se basa en el análisis y la acción sobre tres pilares fundamentales del ecosistema: complejidad trófica, perturbación natural y conectividad. A continuación, describimos en detalle cada una de estas bases.

Complejidad trófica

Este es el enfoque más cercano al concepto original de resilvestración. Los grandes herbívoros tienen varios impactos en los ecosistemas en los que residen, ya que afectan directamente a otros taxones, como pequeñas aves, micromamíferos, insectos y plantas a través de sus actividades de ramoneo y consumo de vegetales. Los ecosistemas naturales están en absoluto equilibrio porque los súper depredadores mantienen alejadas a estas grandes criaturas para que sus actividades no se salgan de control, básicamente cualquier entorno se convierte en un corral seco.

Cuando el hombre pone la mano donde no le corresponde, este equilibrio se altera por completo. Ya sea debido a la falta de presas, la destrucción de las áreas de alimentación o la caza directa, en muchos casos estos depredadores principales y otras especies clave terminan siendo modificadas, lo que significa que sus poblaciones se reducen drásticamente o desaparecen por completo.

La reconstrucción trófica no solo considera la reintroducción de especies que se encontraban previamente en el ecosistema, sino que es clave para el mantenimiento del ecosistema, ya que también se puede abordar a través de enfoques reactivos y preventivos. La coexistencia de humanos y especies del ecosistema, conocida como reconstrucción pasiva, puede fomentarse o legislarse para limitar o prohibir la caza de especies amenazadas.

Si la especie de interés ha desaparecido por completo, se puede considerar la reintroducción o sustitución ecológica (cambio de una especie por otra más adecuada a un ecosistema desequilibrado con la misma función), aunque puede ser muy peligroso a largo plazo. Por supuesto, se debe tener precaución al alterar los ecosistemas, ya que los efectos pueden ser irreversibles.

Perturbación natural

Aunque a primera vista no lo parezca, no todos los desastres naturales son negativos a nivel de ecosistema. Por ejemplo, la presencia de plagas biológicas, incendios de pequeña escala o inundaciones en condiciones climáticas normales promueve la reconfiguración de los ecosistemas y sus especies, lo que se traduce en una mayor heterogeneidad biológica.

En entornos antropogénicos, las perturbaciones naturales a menudo se suprimen o controlan de manera determinista, un hecho que puede producir desastres a mayor escala (por ejemplo, unos pocos incendios pequeños pueden prevenir futuros incendios grandes). Este pilar de reconstrucción tiene como objetivo restaurar la aleatoriedad de los eventos naturales: no se trata de que todo esté controlado por humanos, sino de que los ecosistemas se regulen a sí mismos de la manera más lógica posible.

Conectividad del rewilding

La conectividad entre poblaciones biológicas es esencial porque el flujo de genes evita que los efectos de la deriva genética sean en última instancia perjudiciales para las especies en la naturaleza. Sin pretender entrar en términos genéticos que escapen a esta oportunidad, podemos resumir todo el proceso con el siguiente concepto: Un nuevo individuo visitante en una población es un soplo de aire fresco porque puede traer nuevas variaciones de sus genes, que se propagarán a través de la reproducción y se transmite a las generaciones futuras.

Desafortunadamente, la estructura de muchos orígenes humanos limitó o cortó directamente la conexión entre las poblaciones. El hecho de que algo tan simple como una carretera pueda ser un obstáculo insalvable para muchos organismos dificulta la interacción entre diferentes núcleos de población de una misma especie.

Esta rama de la resilvestración aborda este problema creando corredores ecológicos (estructuras que permiten que los animales se muevan mientras los humanos las construyen) o simplemente evitando construir estas estructuras en primer lugar. Las medidas de conectividad de la población son variadas, pero el objetivo general es intentar restaurar el flujo de genes que ocurre naturalmente en los ecosistemas.

Espero que con esta información puedan conocer más sobre el rewilding y sus características.