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Las conclusiones del informe de Cochilco que analiza el impacto socioeconómico de la actividad minera en las regiones

Trabajo abordó tanto el impacto económico que genera el sector minero, como su efecto en los indicadores de desarrollo social de los territorios.

Fuente Minería Chilena

La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) dio a conocer el informe denominado “Análisis del impacto socioeconómico de la actividad minera a nivel regional”, que busca analizar y exponer el impacto económico y social en las personas y en los hogares provocado por esta actividad en las regiones mineras.

A partir del trabajo realizado por la institución, fue posible observar que la minería genera un importante impacto económico en variables como PIB, exportación, inversión, remuneraciones y empleo, entre otras variables económicas y macroeconómicas. Sin embargo, en indicadores de desarrollo social como educación, vivienda, pobreza y salud, el impacto positivo es heterogéneo y no proporcional a los recursos generados por esta industria en las regiones donde está situada.

En cuanto a los indicadores sociales evaluados como salud, educación, vivienda y pobreza, entre otros, no se advierte que las regiones mineras resalten frente al resto de regiones y a nivel global del país.

Al respecto, se señala que Antofagasta destaca en algunos ámbitos. Sin embargo, tampoco son proporcionales a los grandes recursos que esta actividad genera especialmente en esta región.

Además, se destacan las mayores tasas de desempleo respecto de las registradas a nivel nacional en las regiones mineras en 2021, en un contexto de alto precio del cobre, lo cual no es lo usual en comparación a otros ciclos de precios altos. “Este fenómeno también invita a reflexionar las causas y formas de enfrentarlo si es que se mantuviera este fenómeno como tendencia estructural, lo cual podría aumentar el cuestionamiento a esta importante industria del país en las regiones donde se encuentran produciendo los mayores yacimientos del país”, se consigna en el informe.

Otro aspecto que se resaltó en el estudio es el caso de Antofagasta, la cual es la región más relevante de Chile en la producción cobre y de otros metales, que si bien destaca con mejores indicadores entre las regiones mineras y en determinadas áreas supera las cifras país, tampoco refleja en forma proporcional en sus indicadores sociales los significativos recursos mineros que genera.

Es así como se señala que la mayor riqueza y las mejores cifras en materia económica, no han garantizado un desarrollo integral y a la par en el ámbito de la salud, educación, vivienda y pobreza de las regiones mineras per se, por lo que es necesario acompañar el crecimiento económico con políticas públicas y de una adecuada asignación, descentralización y gestión de los recursos que esta actividad genera.

En definitiva, “se advierte un desafío importante para las políticas públicas, instituciones y la propia industria generar las condiciones propicias para que la actividad minera se pueda desarrollar en los territorios donde opera impulsando un valor colectivo, una mayor calidad de vida y un desarrollo territorial más equitativo y con mayor armonía en las regiones donde está inserta (Ministerio de Minería, 2021)”, concluye el informe.