Modificación del curso del río Trafampulli provocado por la construcción de un dique hace más de 10 años es el principal causante de la situación, la que además, se ve exacerbada por realidades climáticas desfavorables como sequía y falta de precipitaciones.
Fuente La Tercera
Existían muchas teorías e hipótesis al respecto. No existía claridad sobre los verdaderos motivos. Sin embargo, un estudio de la Universidad Austral finalmente resolvió el misterio.
Ubicado en la comuna de Pucón, Región de la Araucanía, al noreste del lago Villarrica y al este del parque nacional Huerquehue, el lago Caburgua, ha sido testigo de cómo su caudal ha disminuido considerablemente durante los últimos diez años.
Con una superficie de 53 km², se manejaban principalmente cuatro teorías en relación al desabastecimiento del lago por el que pasan fallas sísmicas pertenecientes a la falla Liquiñe-Ofqui. Por un lado, como ha ocurrido en otros lagos y ríos del país, la intervención de terceros a través de desvíos de agua que abastecen al lago; también causas naturales, en este caso, fisuras subterráneas generadas a partir del terremoto que afectó al sur de Chile en 2010, además de la falta de lluvias en la zona, fenómeno asociado al cambio climático.
Incluso, también se planteó que se trataba de un fenómeno cíclico, ya que en los años 40 el lago ya había vivió una situación similar, según relatan familias de la zona.
La hipótesis que había tomado más fuerza era la referida al cambio climático y la escasez hídrica durante la última década.
Sin embargo, la investigación de la Universidad Austral, encargada por la Fundación Caburgua Sustentable, demostró lo contrario, entregando las primeras luces al respecto, lo que podría devolver al lago su cantidad de agua habitual. El estudio determinó que el desvío de agua del río Trafampulli es el principal motivo de desabastecimiento, determinando que desde la construcción de un dique, más de dos metros cúbicos por segundo de volumen de agua se dejaron de verter en el lago.
El dique fue construido tras un oficio de la Dirección General de Aguas (DGA) dirigido al propietario del Fundo Llanqui Llanqui en 2007 (resolución 347), en el sector norte del lago Caburgua, situación que obligó a modificar con maquinaria el cauce del río, y de paso, construir esta muralla artificial, que cortó y secó por completo el brazo natural del río que fluía hacia el lago.
A la fecha el lago anota un retroceso de más de 300 metros en su playa principal. Autoridades de la zona solicitaron a la DGA, intervenir y destruir la construcción causante del problema.
A través de un documento de 49 páginas, la investigación cuantificó la magnitud del efecto del desvío del rio Trafampulli y determinó la manipulación del curso natural de éste. El río Trafampulli corre desde la cordillera de Los Andes hacia el poniente, con un régimen que se alimenta de lluvias y nieve. Hasta 2007, era uno de los más importantes afluentes del lago Caburgua, después del río Blanco que es su principal medio de llenado, establece el informe.
María Isadora Da Silva-Horta, directora (S) Dirección General de Aguas, aclara que ellos comparten la preocupación por la evidente baja de los niveles del lago, “y por este motivo, una vez que se detectó esta situación, la DGA ha emprendido una serie de acciones con el objeto de identificar las causas del descenso del lago, y de proyectar soluciones para este tema. En ese sentido, hemos estado trabajando, recopilando información y hemos realizado una serie de medidas para llegar a una pronta solución, esperamos a principios de enero”.
El estudio de la Universidad Austral aclara que desde 2007 a la fecha, si se multiplica 31.500.000 metros cúbicos por año, da un total de 473.000.000 metros cúbicos, que sería la estimación conservadora de cuanta agua se ha dejado de vaciar desde el río Trafampulli al lago Caburgua, desde la construcción del dique o muro.
En relación al dique en cuestión, que fue aprobado y construido con el objeto de restituir el cauce del río Trafampulli a sus condiciones naturales, Da Silva-Horta señala que “la DGA está realizando una revisión técnica, administrativa y en terreno de la obra, tomando en consideración los informes y antecedentes que se han aportado al respecto. Hemos recibido los documentos que ha presentado la Organización Caburgua Sustentable y Vecinos del Lago, principalmente el emitido por la Universidad Austral”.
La investigación añade que si se toman los 473.000.000 metros cúbicos calculados (a los que se les interrumpió su curso), y se dividen por la superficie del lago Caburgua, que es de 53.000.000 de metros cuadrados, queda un resultado de 8,92 metros. Como conclusión, estos 8,92 metros, calculados de manera conservadora, son la altura de la columna de agua que se le ha quitado al lago Caburga en estos 15 años desde que se construyó el dique por oficio de la DGA.
En caso de que no se considere el factor conservador, y se utilice exactamente el volumen de agua que el informe de la Universidad Austral estima, la altura de columna de agua que el lago ha perdido por el desvío del Rio Trafampulli desde el 2007 a la fecha, asciende a 17,84 metros, cantidad que incluso habría activado el vaciado superficial del Lago a través del río Caburgua al llegar a su cota máxima, explica el documento de la U. Austral.
Lo anterior, ha generado un daño incalculable sobre el lago Caburgua en muchos aspectos, menciona el documento, como la alteración del ciclo de llenado y vaciado del lago de acuerdo a su historia, posible desequilibrio ecológico en su flora y fauna, aún sin estudios, ni conocimientos de sus consecuencias futuras, cambio en el paisaje aledaño, cambio en las playas y orillas de todo el borde afectando el turismo, recreación, pérdida de humedales ancestrales y vida silvestre en las orillas originales del lago.
En base a los antecedentes que nosotros tenemos, los resultados del estudio de la Universidad Austral, “obviamente que son preocupantes, ya que es una de las hipótesis que manejábamos en las mesas de trabajo que hemos realizado desde 2017. Por esa razón se está realizando también otro estudio de la Universidad de Chile, que es mandatado por la DGA. Es sumamente importante contrastar estos dos estudios y así poder definir cuál ha sido la real causa de la baja del lago Caburgua, para la municipalidad es importante tener claridad de cuál es la real causa”, señala Evelyn Silva, directora de Aseo Ornato y Medioambiente de la Municipalidad de Pucón.
La DGA forma parte de la mesa técnica del lago Caburgua, que se constituyó en 2017 y se reactivó en 2021 ante la baja evidente del nivel del lago. “Estamos desarrollando un estudio técnico de análisis de las potenciales causas del descenso del lago, que está a cargo de la Universidad de Chile, aún en desarrollo. El principal objetivo es justamente identificar las causas del descenso y evaluar la información existente al respecto y proyectar accione a seguir”, añade la directora (S) de la DGA.
Cabe recordar, que el alcalde de Pucón, Carlos Barra, mediante el decreto 2975 declaró situación de emergencia climática y medioambiental, especificando que debe elaborarse con urgencia y de manera participativa una agenda local de cambio climático, con el objetivo de lograr ser carbono neutral al año 2050, y en coherencia con las directrices generales establecidas en la estrategia climática de largo plazo y el plan de acción regional de cambio climático.
El informe de la U. Austral demuestra que bastó desviar solo un metro cúbico por segundo como volumen afluente del lago Caburgua, para quitarle al lago al menos 10 metros de altura de agua en el efecto acumulado de los últimos 15 años, producto del dique o muro. Todas las variables hidroclimáticas muestran tendencias a la baja en los últimos años, cuestión que sustenta la disminución del nivel del lago. Sin embargo, el desvío de las aguas del Trafampulli, que hasta 2009 descargaba al Caburgua, exacerba el efecto climático en el descenso del nivel del agua.
En 2007, la dirección General de Aguas de Chile (DGA), emitió un oficio dirigido al propietario del Fundo Llanqui Llanqui, en el sector norte del lago Caburgua, obligándolo a modificar con maquinaria, el cauce del río Trafampulli, forzándolo a construir en él, un dique o muralla artificial, la cual cortó y secó por completo, el brazo natural que fluía hacia el lago Caburgua, dejando el río Trafampulli de manera exclusiva fluyendo hacia el lago Colico. Lo anterior se determina en este informe como una acción artificial, causada por el ser humano, con un serio e incalculable efecto perjudicial sobre las aguas del lago Caburgua, lamenta el documento.
El lago Caburgua no ha sido el único afectado en Chile. Existen otros icónicos lagos y ríos amenazados (por diferentes causas), como el río Cauquenes, el lago Peñuelas o la laguna Aculeo.
La Fundación Caburgua Sustentable, a través de este informe, solicitó formalmente a la dirección General de Aguas oficiar y lograr la inmediata destrucción del dique o muro artificial, permitiendo que las aguas del río Trafampulli vuelvan a fluir nueva y libremente, tal como lo hicieron durante miles de años hacia el lago Colico, así como también hacia el Caburgua.
Estamos analizando toda la información que se ha presentando al respecto, “tanto la información que nos aportará la Universidad de Chile en el marco de su estudio, así como también el informe de la Universidad Austral, para llegar a una pronta solución”, explican en la DGA.