Tras adherirse a la alianza contra este combustible fósil, se buscará conseguir esta meta 10 años antes en relación al plan actual. Las claves serán el desarrollo de centrales solares y eólicas, y construir líneas de transmisión.
Fuente DF
«Acordamos poner fin al carbón a más tardar en 2040, y estamos trabajando para conseguirlo en 2030». Así, el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, le puso fecha a las intenciones de acelerar el plan de retiro de centrales a carbón que fue alcanzado por el gobierno y las empresas generadoras en 2019, el que ya ha sido modificado. L
o anterior, luego de que, en el marco del Energy Day de la COP26 que se está realizando en Glasgow, Reino Unido, Jobet anunciara la integración de Chile a la Powering Past Coal Alliance (PPCA), una coalición de gobiernos, empresas y organizaciones que trabajan para avanzar en la transición de la generación de energía a base de carbón a una energía limpia y renovable.
La PPCA está integrada por más de 150 países, ciudades, regiones y empresas que están tomando medidas para cumplir con las fechas del retiro del carbón.
En esta versión de la COP, Ucrania, Chile, Singapur, Eslovenia y Estonia, son algunos de los 28 nuevos miembros. Según se declara en un escrito, «Chile ingresa a la alianza, comprometiéndose a tomar medidas significativas para adelantar su fecha límite actual de eliminación de 2040».
La intención de acelerar la descarbonización está incluso en el Congreso, con un proyecto para prohibir las carboneras al 2025 y otro que prohíbe la generación con combustibles fósiles al 2030. Este segundo texto ha sido calificado por los expertos aún más crítico que el primero, por los efectos que tendría en la seguridad del sistema.
En este debate, el miércoles de la semana pasada Jobet señaló en el Senado que estaban empujando las fechas y la ambición siempre que han encontrado espacio. «La política energética nacional, que lanzamos a consulta pública, establece como meta del país retirar todo el carbón al 2030», indicó. Para eso, dijo, hay que acelerar las centrales solares y eólicas, así como construir líneas de transmisión, para hacer este cambio sin afectar la seguridad del suministro ni los precios.
Corto y largo plazo
Consultado, el presidente ejecutivo de Generadoras de Chile, Claudio Seebach, señala que el plan siempre ha sido adaptativo. «Esto no cambia en nada lo que hemos estado haciendo, sino que simplemente lo eleva a un compromiso global», dijo. Aseguró que tiene que ver con una mirada de largo plazo, pero que en el corto es responsabilidad del Coordinador Eléctrico.
El dirigente destacó que han buscado acelerar de manera responsable el retiro de estas unidades promoviendo las condiciones habilitantes. A la fecha se han cerrado cinco centrales de las 28 que habían en 2019, lo que equivale a casi el 20% del total. Al 2025 será el 65%.
Entre los próximos pasos está la desconexión y retiro en diciembre de las carboneras N°14 (136 MW) y N°15 (132 MW) de la Central Tocopilla de Engie.
A lo que sumará el cese definitivo de la segunda unidad de Bocamina de Enel en mayo de 2022. Estos hitos se desencadenarían en un complejo escenario del sistema eléctrico donde opera bajo presión, principalmente por la sequía.