A mediados de julio, la Sociedad Geológica de Chile desarrolló una propuesta general titulada “Geociencias para el Territorio y sus Ecosistemas en una Nueva Constitución: un aporte de la Sociedad Geológica de Chile a la Convención Constituyente” (ver documento completo) cuyo objetivo es acercar, desde el conocimiento científico, el rol de las geociencias en las definiciones políticas sobre cambio climático, desarrollo sostenible, recursos minerales, recursos hídricos, borde costero, recursos marítimos y riesgos geológicos.
Según la organización, en el territorio de Chile resulta fundamental considerando la aspiración del país a avanzar hacia un bienestar duradero para todos sus habitantes. “Se necesita entonces un mayor aporte científico que apoye instrumentos de gestión tales como la planificación territorial y la evaluación ambiental estratégica, entre otros”, explican.
Tras incluir una definición del concepto de territorio, el que reconocen con sus raíces en la geología y geografía natural y referido a las unidades geomorfológicas de paisaje, clima o ecosistemas con rasgos característicos que distinguen a un país y sus unidades identificables, describen que “territorio que se entenderá como un espacio natural específico que incluye una comunidad humana y social interrelacionada, el cual será un sujeto jurídico de carácter constitucional”.
“Se necesita un mayor aporte científico que apoye instrumentos de gestión tales como la planificación territorial y la evaluación ambiental estratégica, entre otros”
Así, desde la organización proponen que en una futura constitución política del Estado “se incorpore un preámbulo que reconozca el país como un territorio rico y diverso en cuanto a su naturaleza biótica y mineral, cuyo mayor valor está en los seres humanos que lo habitan con un compromiso a proteger y desarrollar sosteniblemente sus ecosistemas ambientales reflejándolo en un adecuado ordenamiento territorial, jurídico, político y administrativo. Adicionalmente, se propone desplegar los artículos que se requieren en el texto detallado de la Nueva Constitución y los reglamentos de las instituciones que permitan cumplir con lo que se demanda para un nuevo modelo de desarrollo que nos permita avanzar hacia una sociedad más igualitaria, justa y solidaria”, según relata la introducción de la propuesta.
INTERFERENCIA conversó con José Cabello, director de la Sociedad Geológica de Chile, quien consultado sobre el feedback que ha tenido la propuesta entre los constituyentes, sostuvo que “tuvimos conversaciones con Fernando Atria y Cristina Dorador. Y aparte de eso, estamos haciendo llegar la propuesta a varias otras personas que pensamos que podrían tener mayor interés, aunque la idea es que ojalá llegue a todos, ya que uno podría decir que es una temática absolutamente transversal”.
En esa línea, Cabello señaló que “algunos quizás van a tener más afinidad, en especial aquellos que provienen de organizaciones que han levantado causas medioambientales o que les interesan estos temas, deberían apoyarse en la geociencia, pero hay que verlo y conversarlo. También puede haber un tema de empatizar por la zona geográfica desde donde provienen, ya sea sectores con problemas de sequía, de contaminación o zonas volcánicas”.
“Territorio que se entenderá como un espacio natural específico que incluye una comunidad humana y social interrelacionada, el cual será un sujeto jurídico de carácter constitucional”.
En relación a la propuesta en sí mismo y las consideraciones que se deberían tener en cuenta en un nuevo texto constitucional, en el contexto de los pocos alentadores informes internacionales sobre el cambio climático y la situación medioambiental a nivel global que se han publicado recientemente, el geólogo manifestó que “si nos referimos a un escenario de situaciones catastróficas, los geólogos tenemos una especialidad que identifica a los sectores de riesgo. En palabras simples, por ejemplo, el borde costero que implica a toda la costa de Chile. Junto a ello, el sector precordillerano donde se pueden generar deslizamientos de tierra y existen fallas activas, y pese a ello se ha estado construyendo en esos lugares. Nosotros no estamos en contra de todo el desarrollo inmobiliario, pero acá estamos hablando de una zona de riesgo. Ambas realidades creo que ejemplifican situaciones que deberían mencionarse en una nueva constitución, a partir de lo cual viene la gobernanza. Porque en realidad las constituciones no son definitorias, como el caso de Chile donde según el texto debiese tener a los ciudadanos libres de contaminación pero aún así tenemos zonas de sacrificio”.
Respecto a la minería, uno de los sectores donde el gremio ha desarrollado diferentes estudios, Cabello dijo que “hoy hay muchos estudios que hablan sobre desarrollo sostenible aplicado a la extracción de estos recursos. Incluso, en el caso chileno, dado que antes no existía esta conciencia, nosotros pensamos que se deberían considerar los antiguos relaves que son fuente de contaminación y hacer algo con ello, que incluso podría acarrear un beneficio económico, porque tienen minerales que se pueden aprovechar que incluso antes no se conocían. Hay un concepto que en Chile todavía no lo manejamos mucho como es el de los minerales críticos, que muchas veces son minerales de alto valor que se ocupan principalmente en la industria tecnológica que hoy está avanzando”.
Junto a ello, el geólogo afirmó que “también pensamos que en las evaluaciones de los proyectos mineros el agua debiese ser considerada como un elemento clave que debe ser incorporado en la relación costo/beneficio. Aquí muchas veces se asume el agua como algo que está ahí y sólo hay que usarla, pero no es tan simple. Ahora lo estamos viendo de forma patente en el país, por la sequía”.