Ante los evidentes problemas del agua en Chile, ocasionados tanto por el cambio climático como por la mala gestión del recurso, desde diversos organismos nacionales e internacionales se realizan llamados a adoptar medidas de forma urgente y con efectos en el corto y mediano plazo. De no ser así, las previsiones son catastróficas; por mencionar solo una alerta, un informe del World Resources Institute (WRI, 2015) ubica a Chile entre los 25 países del mundo que sufrirá mayor estrés hídrico al 2040.
Existe cierto consenso en que las medidas deben ser adoptadas de forma transversal, con énfasis en los sectores productivos que usan el agua de forma intensiva, y que deben considerar los impactos sociales y ambientales, particularmente en los territorios donde se implementen.
En este contexto, el 22 de marzo se firmará el Acuerdo de Producción Limpia (APL) denominado Certificado Azul, mediante el cual se busca promover la eficiencia hídrica en las empresas. Este APL es impulsado por la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de CORFO (ASCC) y Fundación Chile (FCh), y se gestó en el marco del proyecto SuizAgua del Programa Latinoamericano “El Agua nos Une”, en el cual participan varios organismos públicos y gremios productivos chilenos.
La líder de Estrategias Hídricas de FCh, Claudia Galleguillos, quien ha estado a la cabeza del proyecto SuizAgua Chile, explicó que el Certificado Azul “es un instrumento voluntario, mediante el cual las empresas pueden implementar acciones concretas para la gestión sostenible del recurso hídrico en Chile, mediante el uso eficiente y sustentable en la producción de bienes y servicios”.
Asimismo, dijo, este APL “fomenta la mirada desde la empresa hacia el territorio, desde el punto de vista de los riesgos y los beneficios compartidos con otros usuarios en el entorno, incorporando variables ambientales y sociales en sus estrategias de desarrollo”.
¿Cuál es el principal objetivo del Certificado Azul y qué impacto real podría tener para enfrentar la escasez hídrica?
El objetivo del Certificado Azul es impulsar la gestión hídrica del país y la seguridad hídrica del territorio, promoviendo la eficiencia en el uso del agua en los procesos productivos y servicios a través del uso de herramientas asociadas a la medición de huella de agua, gestión de información, planes de gestión y responsabilidad social del agua, entre otros, implementando acciones reales que impacten en el territorio y los actores presentes en él.
Esta certificación reconoce el rol que poseen las empresas en la gestión del agua local, convirtiéndose en un mecanismo de inversión público-privado para avanzar en la implementación de acciones y soluciones con beneficios colectivos en los territorios de influencia, buscando la sustentabilidad del recurso.
¿Por qué es importante considerar a los territorios en estos procesos?
Es importante considerar que, si bien el problema del agua es global y afecta a gran parte del planeta, los impactos y las acciones que se deben realizar para adaptarnos a las nuevas condiciones climáticas son locales, donde se deben analizar los diferentes actores que intervienen en una cuenca o un territorio compartido. El análisis desde el punto de vista territorial puede variar dependiendo de las características de cada territorio, impacto de las intervenciones, actores involucrados, los mecanismos de coordinación y gestión local principalmente.
Desde el punto de vista de la sostenibilidad de los procesos productivos, el entorno representa un riesgo para la gestión del agua, dado que una empresa puede invertir en ser eficiente y tener cero descargas de residuos líquidos, sin embargo, igual posee el riesgo de quedarse sin agua o deteriorar su calidad porque otros actores en el entorno hacen un uso inadecuado de este recurso. En este contexto, se considera necesario que los principales usuarios del agua comprendan el uso que hacen de este recurso y sus impactos; comprender cómo se comporta y se desplaza el agua en el medioambiente, así como el uso del agua que realizan los otros sectores para identificar los riesgos asociados y plantear acciones estratégicas que aporten a una gestión sostenible del agua en los territorios de influencia, sosteniendo el desarrollo futuro del conjunto de actores que comparten las mismas fuentes de agua.