El proyecto que incluía el método de tronaduras había sido aprobado en septiembre por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), y de inmediato varias organizaciones medio ambientales manifestaron su preocupación con la decisión y por el daño que el procedimiento podría causar en la zona.
La medida cautelar había sido solicitada, según informó el Tribunal ,por Gabriela Simonetti Grez y otros contra la resolución del SEA, bajo la premisa de que el método iba a afectar al componente paleontológico de la zona. Este hecho ya había sido advertido por las comunidades en el proceso de participación ciudadana de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA).
El Tribunal informó que “la medida solicitada resulta idónea para impedir que exista el riesgo de destrucción de hallazgos paleontológicos que podrían tener un valor de singularidad”.
Respecto de la decisión, Diego Lillo, abogado de la ONG Fima, quienes han participado de la solicitud para suspender las tronaduras, indicó que “existe un fundamento plausible para nuestro argumento, es decir, la falta de información que se tuvo en el procedimiento para la determinación de este posible impacto; y por otro lado, que el riesgo es de una entidad significativa, que hace necesario palearlo a través de esta medida cautelar”.
Además, comentó que, “si bien durante el juicio nos queda por probar que esta potencialidad que tuvo la falta de información incide en el hecho de que haya una indefinición de un posible impacto sobre los hallazgos paleontológicos, el Tribunal considera que el argumento está lo suficientemente bien planteado y que el riesgo es elevado”.
Fuente: Radio Universidad de Chile
