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Contaminación con aguas servidas: el conflicto que mantiene en alerta a Los Lagos

Dos ejecutivos de la sanitaria Essal fueron formalizados por la contaminación del río Clavito de Los Muermos. Esta investigación se suma a las constantes denuncias hechas por los alcaldes de la rivera del lago Llanquihue por el vertimiento de residuos, además la falta de planes maestros para el manejo de aguas lluvias y el retraso en la promulgación de estos demuestra la despreocupación del gobierno central por el tema.

Dos ejecutivos de la empresa sanitaria Essal fueron formalizados por la contaminación con aguas servidas en el río Clavito en la comuna de los Muermos. La investigación que comenzó con este procedimiento se sumó a las demandas que presentaron los alcaldes de Panguipulli, Puerto Varas y Llanquihue en contra de la sanitaria.

La fiscalía local solicitó al Tribunal el arraigo nacional durante los noventa días del plazo de la investigación para el gerente general, Hernán König, y la jefa de operaciones, Paula Hormazábal, lo que les fue concedido mientras se está a  la espera de que continúe el procedimiento que buscará identificar su responsabilidad en el vertimiento de aguas sin tratamientos en el río Clavito, lo que habría provocado la muerte de ganado de los campos aledaños al curso de agua.

La empresa, a través de un comunicado, indicó que el problema radica en la “falta de gestión de las aguas lluvias y no en problemas de gestión de la red de aguas servidas” y se mostraron “dispuestos a colaborar con las autoridades responsables legalmente de esta situación, en la búsqueda de una solución”.

La compañía también sostiene que esta situación “está afectando seriamente la capacidad de funcionamiento normal de la infraestructura sanitaria (y es) una manifestación más de este colapso expresado en la activación de aliviaderos de tormenta que descargan en cursos de agua, tal como lo establece la Ley Sanitaria”.