Solicitan formar mesa de trabajo y labor conjunta de carteras de Energía, Medio Ambiente y Salud
Organizaciones de la sociedad civil se reunieron con Susana Jiménez, Ministra de Energía, donde plantearon las mayores demandas de las organizaciones socioambientales, comunidades y gremio pediátrico. Entre ellas la conformación de la mesa de trabajo para el Fin al Carbón y el cierre inmediato de las 7 termoeléctricas a carbón más antiguas, estableciendo junto con esto un programa de cierre de las demás 21 generadoras a carbón concentradas en sólo cinco comunas del país.
Durante años las organizaciones sociales han trabajado por la transición energética hacia las energías renovables y así alcanzar la limpieza del parque generador, que contribuiría en la descontaminación de Tocopilla, Mejillones, Huasco, Puchuncaví y Coronel, las 5 comunas que se han convertido en verdaderas zonas de sacrificio socioambiental del país.
Para plantear esta problemática que se arrastra por años, a la reunión asistieron representantes de Chile Sustentable, Terram, Ecosistemas, FIMA, AIDA, Instituto de Ecología Política, Mujeres en Resistencia en Zonas de Sacrificio, Defensoría Ambiental y la Sociedad Chilena de Pediatría quienes insistieron en la necesidad de cambiar la matriz eléctrica por una matriz limpia, distribuida y sustentable que aporte a la calidad de vida de los chilenos y que no sólo cree polos de contaminación ambiental concentrada.
Al comenzar, Sara Larraín, directora ejecutiva de Chile Sustentable introdujo señalando que “el cierre de las termoeléctricas a carbón partiendo por las más antiguas debe ser un imperativo ético. Las termoeléctricas no sólo representan más del 80% de los contaminantes locales por generación eléctrica sino que son la fuente de energía del siglo pasado. Además lamentablemente están siendo subsidiadas por todos nosotros a través de un pago por potencia que se ha extendido por décadas, y el impuesto verde que tenía la finalidad de gravarlas, es bajo y ha sido distorsionado, lo que hace que las energías limpias terminen pagando lo que debieran pagar sólo las carboneras y demás energías contaminantes.”
Por otro lado Flavia Liberona puntualizó que “no es sólo un problema de medio ambiente y salud. “Parte importante del parque termoeléctrico nunca ha sido evaluado ambientalmente y si las plantas entraran al SEIA se les podría aumentar las exigencias. Además el carbón no está regulado como combustible por lo tanto no está regulado su poder calorífico, su transporte y su disposición final, lo que permite que no sean fiscalizados y sancionados los varamientos de carbón que ocurren una y otra vez y los cenizales que también son un tremendo problema para las comunidades locales. No podemos tener una mina de carbón en Isla Riesco en pleno siglo XXI”.
En representación de una de las comunas afectadas por la concentración de termoeléctricas a carbón, asistió Katta Alonso miembro de la organización Mujeres en Resistencia en Zonas de Sacrificio Puchuncaví – Quinteros quien relató que “Uno de cada 5 niños nuestros tiene distintos problemas de aprendizaje y salud crónico. A parte de las muertes por cáncer que ocurren cotidianamente. Además los varamientos de carbón son cosa de todos los días ya sea en forma de cenizas o trozos de carbón lo que hace que nuestra bahía, los ecosistemas y la fuente de trabajo para pescadores artesanales estén destruidos. Sin contar los graves “eventos” que ocurren cada cierto tiempo en que nuestro niños terminan intoxicados, mareados, desmayados y enfermos con salidas de cenizas como la que ocurrió hace 3 días o las nubes tóxicas que afectan a Escuelas como La Greda y a toda la población del sector. Es inhumano lo que vivimos”.
Finalmente Lydia Tellerias del comité de salud ambiental infantil de la Sociedad Chilena de Pediatría (SOCHIPE) especificó que “Quiero recordar que esto es un problema de salud pública y no concierte a un gobierno de turno sino a un Estado de modo tal que esto afecta a la población en general, pero particularmente a los niños y a la población vulnerable como embarazadas y adultos mayores. Los estudios revelan problemas de retraso intelectual, nacimientos prematuros, retraso en el desarrollo global y eso está evidenciado. Porque no es sólo un problema respiratorio, sino que también hay problemas neurológicos y se ha visto que al cierre de termoeléctricas en otros países como China y Australia, se mejoran estas condiciones. En Chile tenemos que hacer estudios nuestros, pero las afectaciones son evidentes, por eso es imperioso el cierre y el trabajo conjunto”.
Además las organizaciones insistieron en un trabajo coordinado entre el Ministerio de Energía, el Ministerio del Medio Ambiente y el Ministerio de Salud para solucionar los efectos nocivos a los que se han visto expuestos los habitantes de estas comunas y a concretar la conformación de la “Mesa de Trabajo para la salida del Carbón” que fuera anunciada en enero pasado por el Ministro de Energía y la Asociación de Generadoras.
Asistieron a este encuentro, Sara Larraín directora ejecutiva de Chile Sustentable, Flavia Liberona directora ejecutiva de Fundación Terram, Hernán Ramírez Ingeniero de Ejecución en Pesca e Investigador de Fundación Terram, Ezio Costa director ejecutivo de FIMA, Manuel Baquedano Sociólogo del Instituto de Ecología Política, Brigitte Auvel Encargada del Área Matriz de Carbono en el Instituto de Ecología Política, Andrés Pirazzoli Especialista en Cambio Climático de Fundación AIDA, Patricia Salgado de Ecosistemas, Katta Alonso de Mujeres en Resistencia en Zonas de Sacrificio Puchuncaví-Quinteros y Lydia Tellerías de la Sociedad Chilena de Pediatría y Alejandra Donoso y Cristina Lux de Defensoría Ambiental.