El Ministerio del Medio Ambiente dio a conocer la publicación “Aplicación de los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) para la evaluación de riesgo de los ecosistemas terrestres de Chile”, el cual tuvo como objetivo presentar una primer prueba a escala nacional de la aplicación de los criterios de la metodología de evaluación del estado de conservación de los ecosistemas de la IUCN, en los ecosistemas terrestres de Chile, para evaluar su aplicabilidad en el país.
En la publicación se destaca que la Lista Roja de Ecosistemas busca establecer un estándar internacional para evaluar la condición de los ecosistemas a nivel local, nacional, regional y global. Esta iniciativa nace de la experiencia desarrollad en la lista roja de especies, que se ha transformado en una herramienta efectiva para la conservación y ha permitido el establecimiento de criterios frutos del consenso científico.
El modelo de la UICN se compone de cuatro grandes criterios de análisis de síntomas de riesgo de que el ecosistema pierda sus rasgos característicos. De estos cuatro criterios, dos se relacionan directamente con la distribución espacial del ecosistema. Estos son “reducción de la distribución” y “distribución restringida”.
Las otras dos categorías se relacionan con síntomas funcionales: el primero evalúa la degradación del ambiente abiótico y, el segundo, la alteración de procesos e interacciones biológicas. Además, cuenta con un quinto criterio relacionado a un modelo de estimaciones probabilísticas del riesgo de colapso de los ecosistemas.
Conclusiones
Se destaca además que los resultados de este ejercicio, concuerdan con los análisis regionales y locales que se han efectuado a la fecha. En el caso del criterio A, la zona geográfica donde se concentran los ecosistemas terrestres que han sufrido una mayor pérdida de superficie natural en términos histórico como históricos-recientes, coincide con el área que ha presentado la mayor dinámica de la cobertura natural y antrópica, siendo esta la zona de Chile Central ubicada entre la Región de Valparaíso y la Región de Los Lagos.
Así también, dentro de esta área, los ecosistemas más amenazados, especialmente aquellos identificados por el sub criterio A2b (pérdida reciente) son los que se relacionan con la dinámica asociada al sector forestal, en los que se ha transformado fuertemente el paisaje del sector costero entre la Región del Libertador General Bernardo O’Higgins y la Región de la Araucanía.
En relación a los criterios de funcionalidad, el único criterio evaluado (criterio C), se abordó desde la perspectiva de los efectos de cambio climático sobre la biota nativa. Respecto este análisis, los resultados obtenidos presentan concordancia con las evaluaciones globales nacionales para Chile, identificando a la zona central del país como el área más afectada por la disminución de las precipitaciones a mediano plazo.
El Ministerio del Medio Ambiente dio a conocer la publicación “Aplicación de los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) para la evaluación de riesgo de los ecosistemas terrestres de Chile”, el cual tuvo como objetivo presentar una primer prueba a escala nacional de la aplicación de los criterios de la metodología de evaluación del estado de conservación de los ecosistemas de la IUCN, en los ecosistemas terrestres de Chile, para evaluar su aplicabilidad en el país.
En la publicación se destaca que la Lista Roja de Ecosistemas busca establecer un estándar internacional para evaluar la condición de los ecosistemas a nivel local, nacional, regional y global. Esta iniciativa nace de la experiencia desarrollad en la lista roja de especies, que se ha transformado en una herramienta efectiva para la conservación y ha permitido el establecimiento de criterios frutos del consenso científico.
El modelo de la UICN se compone de cuatro grandes criterios de análisis de síntomas de riesgo de que el ecosistema pierda sus rasgos característicos. De estos cuatro criterios, dos se relacionan directamente con la distribución espacial del ecosistema. Estos son “reducción de la distribución” y “distribución restringida”.
Las otras dos categorías se relacionan con síntomas funcionales: el primero evalúa la degradación del ambiente abiótico y, el segundo, la alteración de procesos e interacciones biológicas. Además, cuenta con un quinto criterio relacionado a un modelo de estimaciones probabilísticas del riesgo de colapso de los ecosistemas.
Conclusiones
Se destaca además que los resultados de este ejercicio, concuerdan con los análisis regionales y locales que se han efectuado a la fecha. En el caso del criterio A, la zona geográfica donde se concentran los ecosistemas terrestres que han sufrido una mayor pérdida de superficie natural en términos histórico como históricos-recientes, coincide con el área que ha presentado la mayor dinámica de la cobertura natural y antrópica, siendo esta la zona de Chile Central ubicada entre la Región de Valparaíso y la Región de Los Lagos.
Así también, dentro de esta área, los ecosistemas más amenazados, especialmente aquellos identificados por el sub criterio A2b (pérdida reciente) son los que se relacionan con la dinámica asociada al sector forestal, en los que se ha transformado fuertemente el paisaje del sector costero entre la Región del Libertador General Bernardo O’Higgins y la Región de la Araucanía.
En relación a los criterios de funcionalidad, el único criterio evaluado (criterio C), se abordó desde la perspectiva de los efectos de cambio climático sobre la biota nativa. Respecto este análisis, los resultados obtenidos presentan concordancia con las evaluaciones globales nacionales para Chile, identificando a la zona central del país como el área más afectada por la disminución de las precipitaciones a mediano plazo.