La FAO apunta al “gran potencial para catalizar mayores inversiones en el sector forestal, incluidas las destinadas a hacer frente al cambio climático”.
Partamos por el principio: ¿qué es un fondo forestal? Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), así se conocen a los mecanismos de financiación pública dirigidos a la gestión sostenible de los bosques. En un comunicado, el organismo internacional llama la atención sobre el “gran potencial para catalizar mayores inversiones en el sector forestal, incluidas las destinadas a hacer frente al cambio climático”. Sin embargo, su papel está “poco reconocido”, según se desprende de un documento redactado por la FAO.
Aunque desde el ente dependiente de la ONU reconocen que los mecanismos de financiación (nacionales e internacionales) han aumentado la financiación potencial, “también lo ha hecho la complejidad de acceder a tales recursos”. En este sentido, los fondos forestales nacionales (NFF por sus siglas en inglés) pueden canalizar flujos de inversión de múltiples fuentes para aplicar políticas de pago por servicios ambientales o programas de reducción de emisiones de carbono por deforestación y degradación forestal.
“Esperamos contribuir al desarrollo de fondos forestales nacionales que sean capaces de traducirinversiones forestales en acciones nacionales eficaces”, apunta Eva Muller, directora de la División de Economía, Políticas y Productos Forestales.
Estar, están
Con presencia en más de 50 países, este tipo de fondos presenta una mala adhesión ya que “existe una escasa información sobre la forma en que funcionan”. ¿La solución? Que los países que más lo necesiten los transformen en instrumentos de financiación eficaces. Para esto, una base normativa y legal sólidas son “un requisito clave” para alcanzar un buen nivel de transparencia.
Dado que el tema de la movilización de recursos financieros es muy compleja cuando se trata de aprovechar la financiación internacional (en especial las relacionadas con el cambio climático), “se requieren estructuras nacionales capaces de absorber, reorientar y utilizar grandes cantidades de dinero de manera eficiente”, añadió el autor de la publicación de la FAO, Rao Matta.
Además, desde la FAO recomienda desarrollar este tipo de acciones de forma intersectorial: “deben garantizar la participación de las partes interesadas de otros sectores, en particular el sector financiero, el del turismo, el energético y de las infraestructuras”, añade el documento.
Dos ejemplos
En definitiva, “los fondos forestales nacionales pueden evitar la fragmentación de esfuerzos y la superposición de mandatos y actividades de las diferentes instituciones, coordinar estos esfuerzos y mejorar los recursos financieros, poniéndolos bajo el mismo paraguas organizacional”.