La sequía que ha afectado al país ha impulsado la carbonización de la matriz, una tendencia que se mantendría en el mediano plazo, en el contexto de una industria eléctrica que adquiere este insumo principalmente en el extranjero.
Factores como una menor hidrología han incidido en que la termoelectricidad haya ido tomando mayor fuerza en los últimos años, adquiriendo el carbón un rol relevante en ese escenario, tal como se desprende del informe anual de operación eléctrica 2013, elaborado por Electroconsultores, que considera datos del Centro de Despacho Económico de Carga del Sistema Interconectado Central (CDEC-SIC) y de la Comisión Nacional de Energía (CNE). Es así como mientras en 2012 el 25,45% de la generación bruta total en el Sistema Interconectado Central (SIC) fue a partir de carbón, en 2013 ese porcentaje llegó al 33,35%.
Estos datos van en línea con el volumen de proyectos a carbón que han ingresado al SIC en los últimos años, como ha sido el caso de las centrales Guacolda III (135 MW) y IV (139 MW), Ventanas III (240 MW), Coronel I (343 MW), Bocamina II (342 MW), y Campiche (242 MW); una situación que es todavía más patente en el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING), donde en 2013 el 81,9% de la generación bruta total se explicó por el uso de dicho insumo.
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Insumo relevante
Según datos del Ministerio de Energía, en 2013 entre el SIC y el SING se consumieron poco más de 12 millones de toneladas de carbón.
De ese total, alrededor de cuatro millones de toneladas anuales corresponden a AES Gener, volumen que destina a sus centrales Norgener, Angamos y Ventanas, un número que aumentaría en los próximos años cuando entre en operaciones la termoeléctrica Cochrane.
Colbún, en tanto, consume anualmente un millón de toneladas de carbón, debido a su complejo Santa María, que actualmente tiene en operación solo a la primera unidad, donde se opera con mineral del tipo bituminoso que contenga bajos niveles de azufre y de cenizas.
La preponderancia del carbón en la matriz energética nacional se mantendría en el mediano plazo, con el desarrollo de nuevas termoeléctricas, como es el caso de la segunda unidad de la central Santa María de Colbún, la quinta unidad de Guacolda, y Punta Alcalde, en el SIC, y el proyecto Infraestructura Energética, perteneciente a E-CL, en el SING.
En esta línea, en el Informe Técnico Preliminar (IPT) de precios de nudo, correspondiente a la fijación tarifaria de abril de 2014, se incluyó un programa o recomendación de 30 obras de generación a través de las cuales la autoridad refleja lo que está viendo en materia de evolución de costos de la energía. En el documento se estima que en el periodo 2017-2023 el SIC podría sumar 2.189 MW de capacidad instalada, de los cuales el 31,2% corresponde a carbón, para lo cual se consideran dos centrales para 2020 y 2021.