Ministro de Energía, Máximo Pacheco, dijo que en las próximas semanas dará a conocer las modificaciones en las que trabaja la Comisión Nacional de Energía.
La idea es introducir modificaciones sustanciales a los procedimientos, de manera de aumentar la competencia, tener precios competitivos y también asegurar la disponibilidad de energía para las distribuidoras.
En esa línea, hace algunos días la Comisión Nacional de Energía (CNE) envió un oficio a las empresas generadoras a través del cual les solicita copia de los contratos que mantienen con sus clientes libres.
Según señala el documento, la idea se enmarca en la función de monitoreo permanente que tiene la autoridad energética, además del análisis técnico de la estructura y nivel de precios y tarifas de bienes y servicios que efectúa la CNE, en cumplimiento del marco legal vigente.
No sin cierto grado de recelo, las empresas generadoras han iniciado contactos con sus clientes para conocer si ellos tienen alguna aprensión en entregar la información requerida, proceso que -al menos en un par de generadoras- está en marcha. Trascendió que una de ellas ya entregó el material.
Razón de la autoridad
¿Por qué se pide esta información? Según el ministro Pacheco, la autoridad quiere conocer en profundidad en qué situación está hoy el mercado eléctrico.
“Es un derecho legal que tiene (la autoridad) para entender el funcionamiento del mercado. Además, es parte de las responsabilidades de la CNE definir las bases de las nuevas licitaciones y necesitamos tener plena información de cómo funciona ese mercado. De esa manera, nosotros poder hacer todos los cambios necesarios a las bases de licitación que se van a ejecutar en el transcurso de este año”, señaló ayer el ministro de Energía.
En los últimos años, las licitaciones de suministro para las distribuidoras han estado en el centro de la polémica, debido a la dificultad que ha existido para alcanzar valores atractivos y asegurar la energía suficiente para contar con contratos de largo plazo para las comercializadoras.
Las principales preocupaciones de la autoridad se relacionan con el alto precio al que se están negociando los recientes contratos, mientras que los acuerdos vigentes -y que se vencerán en los próximos años- estaban fijados a valores de cuando había gas natural argentino, es decir, muy inferiores a los de las actuales negociaciones.
A modo de ejemplo, la última licitación de suministro eléctrico para las distribuidoras de diciembre de 2013 fue declarada exitosa, pese a que sólo se cubrió el 78% de la demanda requerida. Se calificó así porque se temía que, dado el precio de reserva de la licitación (US$129 por MWh) fuera considerado poco atractivo.
Por ello, la idea es generar un mecanismo que incentive la comercialización de oferta a precios competitivos.
La clave es que los precios que se pagan en los hogares no suban, pues a medida que vayan venciendo los actuales contratos -firmados a precios cercanos a los US$50 por MWh en promedio- los valores deberán normalizarse.