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La producción mundial de bioplástico llegará a 6,2 millones de toneladas en 2017

07. 03. 14. El Pulso – La cifra es alentadora, considerando que el año 2012, la producción internacional alcanzó 1,4 millones de toneladas de estos materiales, fabricados a partir de materias primas renovables o, de elementos biodegradables.

1909269_380La producción mundial de bioplástico alcanzará los 6,2 millones de toneladas en 2017, según los datos aportados por expertos del sector durante el Seminario Internacional de Biopolímeros y Composites Sostenibles organizado por el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas) en Valencia.

En la quinta edición de este encuentro las principales multinacionales han presentando sus desarrollos más novedosos en bioplástico, desde calzado o cápsulas de café biodegradables, hasta filtros de agua o tapones para vino fabricados con materiales procedentes de fuentes renovables.

Según informó Aimplas en un comunicado este encuentro de carácter internacional ya se ha consolidado para el sector de los bioplásticos como una cita ineludible en la que los principales actores de este negocio analizan la evolución de la industria y presentan sus últimos desarrollos.

Actualmente, según los datos presentados por parte de European Bioplastics, la producción mundial de bioplásticos representa tan solo un 1% de los plásticos que cada día se ponen en el mercado.

Pero las previsiones de crecimiento son alentadoras, ya que si en 2012 se produjeron en todo el mundo 1,4 millones de toneladas de estos materiales, en 2017 se espera haber multiplicado por cuatro esta cifra hasta alcanzar los 6,2 millones de toneladas.

Los bioplásticos comprenden dos grandes tipos de materiales, aquellos fabricados a partir de materias primas renovables, y los biodegradables, además de los que combinan ambas características.

Los renovables tienen el mayor protagonismo en la industria y son los que mayor crecimiento van a registrar en los próximos años, gracias a la procedencia de las materias primas utilizadas en su fabricación, permiten a la industria reducir su dependencia de las fuentes fósiles.

Los biodegradables suponen una gran ventaja en la gestión de residuos, ya que pueden ser gestionados junto con el resto de materia orgánica en plantas de compostaje.

En el encuentro se han puesto de manifiesto los retos a los que tienen que enfrentarse los bioplásticos como algunas limitaciones que pueden afectar a sus propiedades físicas, químicas y mecánicas, pero también las oportunidades en forma de productos de alto valor añadido en sectores como la automoción y el eléctrico-electrónico.

Las mismas fuente apuntan que, a pesar de contar todavía con una capacidad de producción limitada en comparación con los plásticos convencionales, los bioplásticos ya han logrado una presencia relevante en sectores como el envase y el embalaje.

Además, destacan que gracias a la I+D también han comenzado a emplearse en la fabricación de objetos de uso cotidiano como es el caso de unas innovadoras cápsulas de café sostenibles que en doce semanas y condiciones de compostaje, se degradan y se convierten en abono junto con los restos del café.

En este sector se ha presentado el primer tapón para vino con huella de carbono cero, reciclable y elaborado a partir de materias primas renovables que no solo evita el sabor a corcho sino que permite una gestión del oxígeno homogénea y previene el desperdicio de producto por degradación y un filtro de coco fabricado con composites renovables y biodegradables.

En el sector del equipamiento deportivo y personal, se presentan las primeras zapatillas deportivas con suelas biodegradables y renovables, un calzado con un impacto medioambiental un 31 % menor que el convencional.

Aimplas ha presentado los resultados del proyecto sobre las piezas biodegradables para equipos electrónicos fabricadas a partir del bioplástico obtenido de paja de trigo y fibras de celulosa y de de mallas compostables para frutas y verduras que permiten desecharlas junto a los restos orgánicos que contienen.

Asimismo, ha desarrollado bandejas biodegradables con aditivos naturales a partir de moléculas de ajo que alargan hasta un 15 % la vida del alimento, tubos y botellas biodegradables para el sector cosmético y nuevos textiles biodegradables alternativos al poliéster para el interior de los automóviles con propiedades antimicrobianas y absorbentes de olores.