Reportaje Revista AQUA – Si bien se han creado nuevas empresas de servicios desde la última investigación de Revista AQUA a mediados de 2011, los cuellos de botella continúan determinados por las pocas concesiones entregadas y las carencias en insumos, logística y conectividad.
Según los actores del sector, una vez que superen las 50.000 toneladas, la inversión debiera dispararse, cifra que está pronosticada para el cierre de 2015.
El panorama productivo actual de la industria salmonicultora en Magallanes es el siguiente: en un total de 411 hectáreas existen 71 concesiones otorgadas, de las cuales 23 se encuentran operativas en mar por las empresas Nova Austral, Salmones Magallanes y Cermaq Chile, con once, ocho y cuatro centros de cultivo, respectivamente, dedicados todos a la producción de salmón Atlántico (Salmones Magallanes mantiene un par de jaulas con trucha, mientras que desde fines de 2013 Cermaq ha estado trasladando alevines de esta especie desde la Región de Los Lagos). Cada una de estas empresas opera en su propia Agrupación de Concesiones (“barrio”), lo que, a juicio de los productores y la autoridad, es el escenario ideal para el manejo sanitario.
Junto con este último punto, las condiciones naturales de Magallanes, donde destacan aguas más frías, mayores corrientes y vientos que ayudan a oxigenar el mar, han hecho que solo la Enfermedad Bacteriana del Riñón (BKD, por sus siglas en inglés) cause algunos dolores de cabeza para las compañías, a diferencia de las regiones de Los Lagos y Aysén, donde el cáligus y la Septicemia Rickettsial Salmonídea (SRS) han elevado los costos de producción a niveles históricos.
Las plantas de procesos son tres, en Puerto Natales, Porvenir y Punta Arenas, mientras que las dos pisciculturas se sitúan en Punta Arenas y Puerto Natales.
En tanto, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) registra que en Magallanes se ingresaron un total de 1.631 solicitudes acuicultoras, de las cuales 845 fueron rechazadas, 71 otorgadas, 510 desafectadas y nueve declaradas nulas.
Uno de los puntos donde el director zonal de Pesca y Acuicultura, Ricardo Radebach, pone énfasis es en el fallo de la Contraloría General de la República que dictaminó la prohibición de ejercer el cultivo de especies hidrobiológicas en parques nacionales. Y, al representar los parques Bernardo O”Higgins y Alberto de Agostini dos tercios de las áreas productivas, “nos hemos tenido que ir acomodando para hacer frente a esta situación”, enfatiza el titular del sector.
El director de la Asociación de Productores de Salmón y Trucha de Magallanes A.G. y considerado uno de los próceres de la salmonicultura en la región, Alfredo Valenzuela, recuerda que de las poco más de 1.600 concesiones que fueron solicitadas en un comienzo, el actual Gobierno se comprometió a entregar 200 durante su mandato. “Estamos próximos al cambio de mando y las otorgadas no exceden el medio centenar”, enfatiza Valenzuela, quien también es director de Riverfish.
“A esto hay que sumarle que para ser rentable con el nuevo modelo productivo (24 meses de producción por tres meses de descanso) se debe estar presente en un mínimo de tres barrios, es decir, las compañías temen quedar fuera de esta selección”, complementa el presidente del gremio, Drago Covacich, puntualizando que no sería descabellado replantear la zonificación del borde costero para determinar nuevas Áreas Aptas para la Acuicultura (AAA).
Radebach precisa que actualmente se tienen 32 nuevas AAA las cuales, para ser aprobadas, deben pasar cada una de las etapas del proceso de consulta. “Una vez que las concesiones estén zanjadas, estamos esperanzados en que una mayor cantidad de empresas productoras se interesen por venir a invertir a Magallanes. Y esto, a su vez, permita dinamizar la oferta de servicios para el sector”, puntualiza el director zonal.
Llamado a proveedores
La falta de servicios en Magallanes ha provocado que las salmonicultoras deban recurrir al “norte” (regiones de Los Lagos y Aysén) para satisfacer sus necesidades, elevando los costos en hasta en un 30% debido –principalmente– al factor flete. “En este contexto valoramos el coraje que han tenido las compañías productoras en su apuesta por esta región y ser pacientes en su espera de proveedores que se instalen en nuestro territorio”, puntualiza Ricardo Radebach.
Los actores del sector ahondan en que la limitada oferta de proveedores no responde al amplio potencial de una región que presenta un total de 54.000 kilómetros de borde costero, a diferencia de Aysén, que cuenta con 22.000; y Los Lagos, con 4.000. Por el contrario, se relaciona con el acotado volumen de producción que existe en la actualidad.
En 2013, las concesiones operativas de las tres empresas cosecharon cerca de 38.000 toneladas, las cuales podrían subir a 45.000 si se utilizara el 100% de las que son viables. “Existen varias que fueron otorgadas hace 20 años y que tienen 5 metros de profundidad”, comenta Covacich, subrayando que estas deberían ser relocalizadas.
Ahora bien, con la adjudicación de nuevas AAA, los productores locales proyectan un aumento “mesurado pero constante” que alcanzaría las 80.000 toneladas al 2020, con un máximo de 100.000 toneladas; “esto, bajo la realidad de 200 concesiones operativas”, aduce Covacich, para quien el punto de inflexión que atraerá a proveedores a la región está en las 50.000 toneladas.
Sin ir más lejos, Patrick Dempster, gerente general de AquaGen Chile, productora de ovas que controla el 40% del mercado nacional, asegura que ese ritmo “responsable” de crecimiento y la “excelente condición sanitaria, crean un escenario muy atractivo para la inversión”.
En esta línea, mencionó al consorcio Blue Genomics Chile y las posibilidades de llevarlo a Magallanes, añadiendo que algunas de las oportunidades en materia genética de la región son: Investigación y Desarrollo (I+D) en genética molecular, expresión de genes, transcriptómica, secuenciamiento de ADN, entre otros; mientras que en tecnología y servicios está el genotipado, producción y almacenamiento de semen congelado. “En resumen, a través de la producción de ovas y diseminación de la genética, crear una multiplicidad de la genética sobre la base de ovas (padres) altamente seleccionados aquí mismo en Magallanes, siempre teniendo en cuenta las necesidades reales de la región”, sostiene Dempster.
Conectividad
Otra de las críticas de los representantes de la industria del salmón es el poco desarrollo en conectividad terrestre, marítima y aérea. En esta línea, el secretario regional ministerial (seremi) de Obras Públicas, Pablo Rendoll, responde en base el Convenio de Programación entre el MOP y el Gobierno Regional (GORE) para los años 2014-2020, donde se potenciará la inversión en obras que inciden directamente con la salmonicultura.
Algunas de estas son el mejoramiento de la Ruta 9 Cerro Castillo-Cruce Ruta Y-150, construcción del acceso a la ciudad de Puerto Natales, construcción camino Río Hollemberg-Río Pérez, construcción camino de penetración San Juan – Cabo Froward, mejoramiento Ruta Y-65 Porvenir-Manantiales, reacondicionamiento del aeródromo de Puerto Natales para recibir aviones comerciales como Airbus A319 y A320, entre otros.
Sobre los avances en materia portuaria, el director de Planeamiento del Ministerio de Obras Públicas (MOP) para la Región de Magallanes, Dante Fernández, precisa que están “abiertos a continuar dialogando con los salmonicultores para saber cuáles y dónde están sus necesidades en este ámbito y así empezar a gestionar los recursos”.
En contraparte, el gerente general del gremio, Manuel González, subraya que es “indispensable” sentarse a conversar con la autoridad, puesto que “por más proveedores que puedan llegar a la región, si no hay conexión vial, el desarrollo se verá estancado”.
Los nuevos aliados
Al comparar la edición especial de Revista AQUA de 2011 con la actual en circulación, aparecen empresas nuevas que han apostado por la salmonicultura. Este es el caso de Aquaprotein, y su planta reductora instalada en Porvenir; Embalajes Edén S.A., y su planta de producción de cajas de poliestireno en Puerto Natales; V. Asencio y Cia Ltda., con envíos de peces desde la Región de Los Lagos a la de Magallanes, un taller de redes establecido por Skysal (firma que actualmente arrienda su piscicultura de Punta Arenas a Cermaq) y dos nuevos servicios de desinfección, entre otros.
El gerente general de Aquaprotein, Ricardo Zeppelin, explica que el principal atractivo para invertir en la región fue que anualmente se genera una cantidad de desechos que es insuficiente para la operación de una planta reductora tradicional, “por tanto, y con el apoyo de Nova Austral, comenzamos a gestionar este proyecto que bordea los US$8 millones y da empleo de calidad a más de 50 personas”, aduce el ejecutivo, añadiendo que también están interesados en desarrollar productos de alta nutrición para consumo humano, para la cual no solo crecerán de la mano de la salmonicultura sino que también de la pesca extractiva.
Por su parte, el fundador de Embalajes Edén, Eugenio Suárez Chelech, manifiesta que al ver la gran cantidad de camiones provenientes de la Región de Los Lagos con carga de cajas de poliestireno expandido requeridos por Salmones Magallanes para la exportación de sus productos, se decidieron a invertir en una fábrica y abastecer a la salmonicultora de la familia Gálmez en un 100%.
“Tras meses de funcionamiento sumamos a Cermaq en Punta Arenas a nuestra cartera de clientes y también hemos despachado cajas a la Región de Los Lagos, teniendo destino final empresas como Blumar, Humboldt, Australis y el mismo Cermaq; es decir, apostar por la salmonicultura magallánica nos abrió las puertas a otros territorios del país”, comenta Eugenio, quien es hijo de Eugenio Suárez Torteroglio, creador de Pesquera Edén Ltda., cuya planta de procesos en Puerto Natales es arrendada hace cuatro años a Salmones Magallanes.
En tanto, el gerente general de V. Asencio y Cia. Ltda., Víctor Asencio, manifiesta que su desafío como empresa en la región es que, al ser un territorio aislado para su logística interna y capital humano que se ve enfrentado a condiciones climáticas extremas, deberán cumplir los tiempos programados en el largo trayecto por territorio argentino (promedia las 36 horas de viaje) con los parámetros óptimos en lo que a bienestar de los peces se refiere.
“La experiencia que hemos tenido hasta el momento ha sido muy positiva, ya que hemos superado las expectativas de transporte de larga distancia. En base a esto, las proyecciones de crecimiento en Magallanes irán de acuerdo con las necesidades de nuestro principal cliente (Cermaq), con el cual tenemos una relación de trabajo que se extiende por más de dos décadas”, adelanta Asencio en relación con el envío de alevines de trucha desde Puerto Montt a Punta Arenas.
En definitiva, tal como sostiene el gobernador de la Provincia de Última Esperanza (reúne a las comunas de Puerto Natales y Torres del Paine), Max Salas, se debe cambiar el status quo de creer que en zonas aisladas la inversión se entrampa por temas geográficos o socioculturales, puesto que, a su juicio, esto da pie para que con frecuencia “se espere que el Estado allane los caminos, siendo que la búsqueda de negocios debe correr por cuenta compartida entre los privados y la esfera pública”.