Eco Portal.Net – El fenómeno del movimiento de plaguicidas en el aire se denomina técnicamente DERIVA. Existe muy poca bibliografía que aborde este fenómeno con un enfoque complejo, ya que solo se ha desarrollado el estudio de las derivas de agroquímicos al momento de la aplicación, lo que denominamos Deriva Primaria. Este trabajo avanza en un abordaje amplio de los movimientos de plaguicidas en el aire a partir de considerar efectos climáticos y fisicoquímicos en tiempos posteriores a las aplicaciones.
El problema del control de los plaguicidas en el ambiente es eje en los debates sobre normativas que garanticen los derechos constitucionales de vivir en un ambiente sano, apto y equilibrado (Constitución Nacional, Artículo 41.) Un agravante en esta temática es el aumento geométrico en los volúmenes de agroquímicos arrojados al ambiente en la República Argentina, como corolario de un modelo agroproducción basado en monocultivos de semillas transgénicas e insumos químicos. Recientemente CASAFE (Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes de la república Argentina) informó la evolución de su mercado: el consumo de pesticidas aumentó 858% en los últimos 22 años, mientras que la superficie cultivada lo hizo en un 50% y el rendimiento de los cultivos solo aumentó un 30%. En Argentina hay gran negocio para la industria mundial de venenos (encabezadas por Monsanto y Bayer) y se genera un gran problema para la salud colectiva (Red de Médicos de Pueblos Fumigados de Argentina, 2013).
Conclusiones
Varios principios demuestran la movilidad a grandes distancias de los agroquímicos. La vasta cantidad de estudios que relevan la contaminación ambiental de estos compuestos, dan cuenta de que las moléculas de plaguicidas viajan muchos kilómetros por aire, se infiltran en las napas de agua, viajan por ríos, se descargan con las lluvias, se desplazan en el polvillo ambiente, entre tantas formas de llegar a nuestras vidas. Las recomendaciones para minimizar las contaminaciones por derivas de plaguicidas suelen ser estériles en la práctica de la actividad agrícola, debido a que no pueden controlar las moléculas de agroquímicos luego de arrojarlas al ambiente.
Los productores en los campos tienen ventanas de aplicación muy pequeñas, llegando incluso a anularse, cuando deben configurar las variables climáticas que les exigen las normativas, con los tiempos de aparición de las plagas, y los tiempos disponibles por las empresas aplicadoras para brindar el servicio. Un agravante de las concentraciones de contaminantes derivados de plaguicidas que se reportan, está en las mayores cantidades de plaguicidas que se aplican en cada nueva campaña, debido a las resistencias que desarrollan las plagas (Souza Casadinho, 2009), y los cócteles que se improvisan por parte de los productores al momento de pulverizar, cuyos efectos sinérgicos no están estudiados.
Estas situaciones aumentan los riesgos de contaminaciones de esta actividad, y movilizan a las poblaciones expuestas a resolver un cuadro sanitario y ambiental deteriorado como nunca antes había sucedido (Colectivo Paren de Fumigar Córdoba). En base a lo desarrollado podemos afirmar que no hay aplicación de plaguicida controlable, porque básicamente lo que no se puede controlar es la interacción entre el clima y los fenómenos fisicoquímicos de los plaguicidas, sus residuos, y los coadyuvantes y surfactantes.
¡PAREN DE FUMIGAR…PAREN DE ENFERMAR…PAREN DE MATAR…!
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Colectivo paren de fumigar Córdoba