8. 12. 13 El Dínamo – Cuando han transcurrido casi dos años desde las movilizaciones sociales de la Región de Aysén y los compromisos para avanzar hacia mayores niveles de bienestar y calidad de vida no se alcanzan, observamos con sorpresa y malestar cómo aquellos que aseguraban escuchar la voz de la gente para tomar decisiones o definiciones sobre su presente y futuro parecen olvidar la promesa y prefieren asegurar apoyos a causas políticas y electorales con actores cuyos intereses son particulares y no colectivos.
Uno de los ejes centrales del discurso de la candidata Michelle Bachelet ha sido, precisamente escuchar, sumar, integrar y colocar en el centro de sus definiciones a las personas y comunidades. Sin embargo, aquello que compartimos y buscamos a diario, se ve anulado y dañado en la acción.
¿Por qué una decisión sobre el tipo de desarrollo que Aysén requiere se toma entre tan pocas personas y entre cuatro paredes? ¿Por qué la opinión de dos políticos como Antonio Horvath y Alfredo Sfeir son más apreciadas por ella que la de los propios patagones?
En la Patagonia, pese a lo que el senador Horvath diga, no nos oponemos a proyectos como HidroAysén.Solo hay que observar los resultados de las últimas elecciones, donde quienes levantaron esas banderas perdieron y no contaron con el respaldo de la gente, incluido el propio hijo del senador.
Con impotencia vemos cómo ambientalistas de otras latitudes se apoderan de nuestra región en forma sistemática, desplazando a nuestros campesinos, cuya actividad de subsistencia es la ganadería y pequeña agricultura. Ellos finalmente, a través de sus millonarias campañas en contra de todo proyecto productivo, son el principal obstáculo para el desarrollo de Aysén y su gente.
Las movilizaciones de ayer parecieron ser suficientes para advertir a la autoridad central que queremos ser escuchados, hoy constatamos que no podemos solo confiar en la palabra empeñada. Si queremos ser actores y protagonistas de nuestras propias vidas debemos actuar, estar en alerta y organizados. Esa es nuestra tarea y la asumimos.
Las voces de la Patagonia no se acallarán y trabajaremos porque la autoridad y su centralismo cambien, abandonen ese viejo paternalismo, nos escuchen y nos permitan vivir la vida que deseamos y aspiramos.
Suscribe esta declaración la directiva de VOZ DE LA PATAGONIA, la organización ciudadana más grande de la provincia de Capitán Prat, integrada por:
CARLOS OLIVARES, PRESIDENTE (COCHRANE)
ALEJANDRA ZURITA, VICEPRESIDENTA (TORTEL)
MARCUS CAMPOS, TESORERO (VILLA O’HIGGINS)
NURIA ORELLANA, SECRETARIA (COCHRANE)
ELIZABETH FERNÁNDEZ, DIRECTORA (COCHRANE)