Traducción: Leticia Isaurralde
Editor: Jorge Cappato
Año: 2004
Subtitulada: Proteger Ediciones
Un nuevo orden para los ríos y la sociedad: más allá de la Comisión Mundial de Represas
No existe nada más complejo de llevar a cabo, de éxito más incierto, más peligroso de conducir, que dar comienzo a un nuevo orden de cosas. Porque el que innova se enfrenta a aquellos que se benefician del viejo orden y sólo encuentra tibios defensores en aquellos que se verían favorecidos por el nuevo orden; esta falta de entusiasmo se debe en parte al temor hacia los adversarios, quienes tienen las leyes a su favor, y en parte al escepticismo de la humanidad, que no cree en nada nuevo hasta no haberlo experimentado.
Nicolás Maquiavelo, El Príncipe, 1532
Mucha agua ha corrido por las turbinas y los aliviaderos desde que Ríos Silenciados se publicó por primera vez en 1996. Se han construido alrededor de mil nuevas represas en todo el mundo. Se ha derrochado mucha tinta escribiendo sobre las represas. Es probable que especialmente por el trabajo de la Comisión Mundial de Represas (CMR) se haya generado más información sobre el funcionamiento, los impactos y la política de las represas y sus alternativas en estos cinco años que en los últimos cincuenta. Además del mega-corpus de los estudios de caso y de los informes producidos por y para la CMR, hay una creciente cantidad de libros, informes académicos, artículos, videos y programas radiales sobre las represas y la incesante oposición hacia ellas.
Los temas centrales de Ríos Silenciados –que las represas han impactado masiva y negativamente sobre la naturaleza y la sociedad, que sus beneficios se han exagerado y que podrían haberse alcanzado por otros medios menos destructivos y más equitativos–, se entienden ahora claramente a la luz de la nueva información y los análisis disponibles. Sin duda los datos más recientes y los sucesos de los últimos años demuestran que de algún modo subestimé los problemas provocados por las represas. Los descubrimientos de la CMR sobre la economía de estas obras, la cantidad de gente desplazada en todo el mundo y el rendimiento de los grandes proyectos de represas y canales de irrigación, hacen que la versión original de Ríos Silenciados parezca conservadora en cuanto a sus críticas. Los recientes descubrimientos científicos sobre los gases de efecto invernadero emitidos por las represas y el alcance de los impactos ecológicos globales de las mismas, también las opacan cada vez más.
Mientras los investigadores y los escritores han investigado y escrito, los constructores de represas han construido y los opositores se han opuesto. La buena noticia es que los opositores están teniendo una influencia cada vez mayor. Gracias a sus esfuerzos, y debido al pésimo rendimiento de las represas y al simple hecho del “agotamiento de los sitios de represa” (los “mejores” sitios se están terminando), el índice de construcción de nuevas represas cae rápidamente en todo el mundo. En Estados Unidos el número de represas que bloquean los ríos está disminuyendo por primera vez, ya que su desmantelamiento excede la construcción de otras nuevas. En un creciente número de países los opositores ya no necesitan ocuparse tanto en detener proyectos de represas y pueden concentrarse más en el legado de proyectos existentes, ayudando a las comunidades a exigir compensaciones por las penurias atravesadas y a luchar por la restauración de los ríos mediante un cambio en la operación de las represas o con el desmantelamiento de las mismas.
Aunque no existan encuestas que lo comprueben, creo que la percepción pública sobre las represas está cambiando aceleradamente. En muchas partes del mundo la favorable cobertura mediática de los debates y las luchas contra las represas están debilitando la vieja creencia en ellas como resplandecientes íconos de prosperidad y modernidad. A mediados de la década anterior se detuvieron o suspendieron varios proyectos de grandes represas en Japón, Argentina, Malasia, Corea del Sur, Noruega, Honduras, Pakistán, Namibia y en muchos otros países. Aún así están en construcción numerosos proyectos muy destructivos y muchos más están planeados (y una vez planeado, un proyecto nunca realmente desaparece –incluso cuando se supone cancelado acechará en el escritorio de algún planificador como un demonio esperando el momento más propicio para resurgir). Millones de personas enfrentan la amenaza de que sus comunidades y formas de subsistencia queden anegadas por los embalses de las represas en los próximos años –más de un millón se verán afectadas por un solo proyecto, la monstruosa represa de Tres Gargantas en China– e innumerables especies ribereñas continúan empujadas hacia la extinción.
Este libro es la única traducción al español de la versión actualizada y aumentada del célebre «Silenced Rivers», considerada la obra cumbre de la corriente de pensamiento que pone en tela de juicio las bondades de las grandes represas.