23. 09. 13 La Tercera – Leyes más bajas, minerales más duros y mayores distancias de acarreo. Esos tres factores, sumados a un mayor uso de combustibles, explican que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de la industria del cobre chilena en 2012 registraran su mayor alza de los últimos cinco años.
Así consigna un informe de Cochilco, que considera las respuestas de 41 operaciones de cobre, correspondientes al 95% de la producción nacional del año pasado. El documento arrojó que entre 2011 y 2012 las emisiones directas -que proceden de actividades que la empresa pueden controlar- aumentaron 9%, pasando desde 4,4 millones a 4,8 millones de toneladas de CO2.
Dicha alza es la mayor desde 2007, cuando las emisiones crecieron 15% frente al año anterior. Si bien, el estudio no explica las razones de este incremento, la analista de Cochilco, Camila Montes, comentó que ese año hubo problemas de abastecimiento de gas natural por parte de Argentina, “lo que pudo provocar que las empresas mineras hayan aumentado el consumo de combustibles para no depender del gas natural”.
En el quinquenio las emisiones sólo disminuyeron en 2010: 2,72% respecto del año previo.
De acuerdo a la distribución porcentual de las emisiones de GEI según zona de producción, el área mina (rajo y subterránea) aportó 71% del total de las emisiones en 2012, principalmente por el mayor uso de combustible para acarrear material. Le siguieron las áreas de fundición y la de lixiviación (proceso para la obtención de cobre), con 10% y 7% del total. Las zonas de refinería y concentradora sólo representaron 1% respectivamente, ya que consumen más electricidad que combustibles para el proceso.
El estudio también muestra que entre 2001 y 2012 las emisiones de GEI anotaron un avance de 65,5%, pasando desde 2,9 millones a 4,8 millones de toneladas de CO2 en ese período. Ello significa que entre esos años la tasa anual promedio de crecimiento fue de 5,3% y que el consumo de combustible se incrementó 65%.
“El consumo de combustible mantiene una relación directa con los gases de efecto invernadero, ya que tiene una relación causa-efecto si se mantiene el mix de combustibles. A mayor consumo de combustible con altos factores de emisión, como es el diésel, mayor será la emisión de GEI”, dice el documento. Agrega que los factores estructurales que ocasionan esta situación se irán intensificando en el tiempo, por lo que “se estima que el consumo de combustibles irá en aumento y a su vez las emisiones de GEI se irán acrecentando”.
El análisis plantea que Chile tiene emisiones de gases de efecto invernadero bajas a nivel mundial, pero enfatiza que es un país vulnerable al fenómeno de cambio climático, ya que las emisiones están subiendo a tasas muy altas. Desde 1990 al 2006, las emisiones de GEI de Chile (sin incluir el uso de la tierra y la silvicultura), aumentaron en alrededor de 70%. En ese mismo lapso el PIB lo hizo a más del doble, mientras que la población creció 25%.
MITIGACIONES
En mayo del próximo año entrará en vigencia el Reglamento de Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes (RETC), que permitirá el acceso público a la información sobre emisiones y residuos en Chile. Esto favorecerá la toma de decisiones en el diseño de la política de gestión ambiental encaminada a reducir la contaminación, comenta el informe.
Adicionalmente está el proyecto MAPS Chile, que a partir de 2014 entregará iniciativas para mitigar emisiones GEI.