Estrategia 12.08.13 En estos momentos, jóvenes de ambos países bajan los rápidos que aún quedan en el río Colorado en EE.UU. y meses atrás lo hicieron en el Baker.
El río Colorado en América del Norte, tiene una historia y una identidad única. Su poder erosivo en millones de años, permite apreciar la composición de la corteza terrestre, con un calendario geológico impresionante. En una perspectiva del Siglo XXI, no se justifican las grandes represas que se levantaron en los años 60, como las del Glen Canyon. Con los estudios de Amory Lovins, la experiencia de laboratorio nacional para las energías renovables NREL, hay mejores y más económicas soluciones para convivir con este río de 2.400 kms., de aprovechar sus potenciales turísticos y culturales.
El río Baker es el más caudaloso de Chile con 1.000 mts3/seg. Su paso desde las pampas patagónicas entremedio de la Cordillera de Los Andes, hasta su desembocadura entre los Campos de Hielo Patagónico Norte y Sur, es impresionante y también encierra un evidente potencial turístico de envergadura internacional.
Entre chilenos y norteamericanos, estos últimos liderados por Daniel González, Weston Boyles, Susan Munroe y el Club Escualos de Cochrane, creado por el Profesor Roberto Haro y Claudia Altamirano, se fundó la Organización Ríos to Rivers, similar a la que existe de hermandad entre ciudades. En estos momentos, jóvenes de ambos países bajan los rápidos que aún quedan en el Colorado y meses atrás lo hicieron en el Baker. Además, conocerán centros de capacitación y experiencia en las Energías Renovables, Net Metering y de Eficiencia Energética. Esto permitirá ampliar la hermandad a otros ríos del planeta, hacer conciencia y abrir los ojos para que los jóvenes y los de espíritu joven, comprendan que Chile, entre otros, está ante un gran desafío y dilema: mantenerse aferrado a un modelo del Siglo XX que no es sustentable ni socialmente justo, o abrirse a la oportunidad de ser parte protagonista de los que nos ofrecen las perspectivas de este Siglo XXI.